Sabemos que empezar la terapia o el coaching puede resultar un poco desalentador, así que aquí tienes una guía sencilla para ayudarte a entender qué puedes esperar de tu primera sesión con uno de nuestros practicantes.
Cada profesional adoptará un enfoque ligeramente diferente, sin embargo, la mayoría de las sesiones implicarán:
- Presentaciones: tu profesional se presentará para que lo conozcas y sepas cómo trabaja.
- Preguntas: te hará una serie de preguntas para entender qué te ha llevado a verlo y para qué buscas ayuda.
- Historia personal: podría preguntarte sobre tus antecedentes, relaciones y experiencias previas con la terapia o el coaching.
- Objetivos: te preguntará qué esperas obtener de tus sesiones, como tus objetivos o cómo te gustaría que fuera tu vida o tu trabajo. (¡Es útil pensar en esto antes de la primera sesión!)
- Enfoque del practicante: tu practicante te explicará su estilo o enfoque, qué puedes esperar de futuras sesiones, la confidencialidad y cómo funcionan las cancelaciones de las sesiones.
- Respuestas de preparación: si has completado alguna respuesta de preparación, puede discutirlas para comprender mejor tus problemas.
- Datos de contacto: asegúrate de que ambos tengan los datos de contacto de cada uno.
- Consentimiento: es posible que te pidan que firmes un formulario de consentimiento o un contrato de terapia/coaching.
- Preguntas: una oportunidad para que hagas las preguntas que tengas.
- Adaptación y apoyo: discutir si crees que te adaptas bien y si es el más indicado para ayudarte. Si no, puede sugerirte a otra persona que sí pueda.
Una sesión típica dura aproximadamente de 50 a 60 minutos, y todas las sesiones se realizan en línea mediante videollamada segura.
Qué hay que tener en cuenta
Los distintos practicantes tienen enfoques diferentes, pero en general, la primera sesión consiste en conocerse y hablar de cómo podrían trabajar juntos. He aquí algunos puntos clave:
- Algunos practicantes pueden ser más directos con sus preguntas, mientras que otros te darán más espacio para hablar libremente.
- Sé todo lo sincero que puedas, pero recuerda que no tienes por qué hablar de nada con lo que no te sientas cómodo.
- La primera sesión es una oportunidad para ver si quieres trabajar con el profesional y si este cree que puede ayudarte. Podrían derivarte a otro profesional si otro enfoque pudiera ser más útil.
- Si te parece bien, puedes hablar de los aspectos prácticos de la terapia o el coaching, como la frecuencia y la duración de la sesión, y reservar tu próxima sesión. No necesitas decidirlo inmediatamente y puedes tomarte tiempo para pensarlo.
Preguntas que debes hacerte
- ¿Sentí que podía hablar con ellos sinceramente?
- ¿Siento que me escucharán y no me juzgarán?
- ¿Me siento seguro con ellos?
Es natural que tengas algunos sentimientos difíciles durante la primera sesión, sobre todo si nunca antes has hablado de estas cosas. Recuerda que es importante hablar de estos sentimientos con tu practicante. Estos sentimientos no significan que la terapia no vaya a ser útil, pero si no te sientes cómodo, está bien que consideres la posibilidad de cambiar de terapeuta. La clave es no renunciar a la terapia si el primero que te toca no es el adecuado.